Tomar la decisión de aprender a tocar un instrumento, sin duda te llenará de entusiasmo y de ansiedad también, por lo tanto es necesario tener claro si tus expectativas se cumplen o no, y también que sean acordes al nivel de aprendizaje en el que te encuentras y deseas.
A continuación detallo algunos aspectos a tener en cuenta, para que tengas claro si efectivamente las clases son lo que tú esperabas y sepas comunicarle a tu profesor/a tus inquietudes.
1) OBEJETIVO O META PARA LA CLASE
Al menos un objetivo o meta son necesarios para cada clase, porque así podrás constatar tu nivel de logro al final de esta, y cuanto eres capaz de avanzar en cada sesión y por lo tanto proyectar como será tu aprendizaje en el futuro.
2) CONTENIDOS ESENCIALES
En cada clase se van aprendiendo contenidos nuevos teóricos, acordes o escalas, en distintas posiciones por ejemplo. La idea es que este tipo de contenidos esté coherentemente estructurado, que tenga sentido y se complementen a través del tiempo.
En la música, está plagado de ejemplos en que contando con los contenidos más sencillos se han compuesto grandes obras.
3) EJERCICIOS DE TÉCNICA
Los ejercicios de técnica, son el paso intermedio entre la asimilación y la naturalización de los contenidos y el contenido musical propiamente tal (canciones o piezas musicales).
Los ejercicios tienen propósitos bastante claros y definidos. Como en todo tipo de disciplinas, los ejercicios tienden a usar la repetición o recusos minimalistas, para lograr dominio de la técnica específica que se esté trabajando.
La idea es que en cada clase trabajes una variedad de ejercicios para una o más técnicas. Los ejercicios a veces pueden ser meramente técnicos o por otra parte, contextualidos en estilos musicales. Esto último es muy importante ya que es necesario ese equilibrio entre los ejercicios técnicos y de estilo, para que el aprendizaje sea motivante.
4) REPERTORIO
Aquí es donde se ponen todos los aspectos anteriores en una situación musical real, pues es lo que nos interesa como futuros intérpretes del instrumento escogido, ya seas aficionado o aspires a ser profesional.
Es indispensable que en el repertorio estén presenten los contenidos y el desarrollo técnico de los ejercicios pertinentemente.
A veces si una pieza musical se te hace más compleja de lo que se había propuesto, puede ser que haya aún una falencia en el dominio de los contenidos o haya faltado trabajar más ejercicios y técnica.
Es muy importante que tu profesor/a pueda darse cuenta de aquello y por lo tanto replantear la meta de la clase y reforzar aquello que aún no se ha logrado satisfactoriamente.
5) UN RESUMEN DE LO REVISADO EN CADA SESIÓN
Al final de cada clase es importante verbalizar un resumen de lo trabajado de forma que uno pueda tener una visión de lo trabajado, poder resolver dudas, y sugerir las materias que se puedan trabajar en casa. Cuando has trabajado bien, aunque sean contenidos sencillos, te sorprenderás de tu progreso.
Si no lograste todas las metas propuestas en la clase, no te debes desanimar. Un profesor/a sabe que no todos aprendemos de la misma forma, por lo tanto sabrá adaptar las metodologías para que tu aprendizaje sea un éxito.