Entrenamientos y Estados Psicológicos en Tiempos de Pandemia

Resumen

Dada la crisis sanitaria a nivel mundial provocada por el COVID-19, se han aplicado diferentes estrategias intentando evitar la rápida propagación del virus. La medida más utilizada es el aislamiento social preventivo y obligatorio. Esta estrategia ha generado alteraciones en la vida cotidiana de los individuos, por el hecho de tener que modificar en gran medida sus hábitos cotidianos, pudiendo desencadenar modificaciones en sus estados psicológicos y conductas. Por su parte los entrenamientos físicos y las actividades deportivas no escapan a esta dificultad. En base a esta problemática, utilizando una encuesta on line, se decidió investigar el impacto que tiene el aislamiento social sobre aquellas personas que entrenan regularmente, explorando las adaptaciones que llevaron a cabo para poder seguir realizando su actividad durante esta situación. Como resultados generales se puede establecer que el 88,1% de los sujetos seguía entrenando de alguna manera y que los estados psicológicos representados por la ansiedad de estado y de rasgo no tuvieron diferencias significativas sobre la situación con una confianza del 95%. A su vez en líneas generales los perfiles de estados de ánimo que caracterizan a personas que entrenan, se mantuvieron estables durante el periodo de tiempo evaluado.

Por su parte el coronavirus recientemente descubierto, provoca la enfermedad COVID-19. Ambos, eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente esta patología devino en pandemia, lo cual describe que es una epidemia que se ha propagado a escala mundial, declarado de este modo por la Organización Mundial de la Salud en marzo del 2020. Alcanzando a fines de julio del mismo año, cifras alarmantes como son 17,3 millones de contagios y 674 mil muertos (World Health Organization, 2020).

Como se puede contemplar, casi ningún país ha quedado exento de esta problemática, llevándolos a tomar medidas drásticas para intentar evitar la propagación del virus y reducir las posibilidades de ser afectados por la situación.

Si bien esta medida ha demostrado ser efectiva a la hora de lograr su cometido, acarrea otro tipo de problemáticas que surgen por el hecho de inducir a que los individuos permanezcan en sus domicilios, con aislamiento social, dificultando la realización de muchas actividades que habitualmente se llevan adelante en espacios fuera del hogar, como por ejemplo actividades académicas, laborales, sociales, recreativas, etc.

Dentro de estas actividades que se han visto dificultadas, las actividades de entrenamiento físico y deportivo, no han sido la excepción. Provocando que muchos individuos que realizan este tipo de prácticas habitualmente, ya sea por mantener un estilo de vida saludable, por una meta de rendimiento, por algún objetivo estético o por el hecho de ser un profesional que vive de ello, como es el caso de muchos deportistas profesionales, hayan tenido que dejar de realizarlas o adaptarse en contextos que no siempre son los adecuado para desarrollarlas, pudiendo generarles desde variaciones dentro de sus prácticas habituales y por ende también de su conducta de rendimiento, hasta la alteración de sus estados psicológicos.

Por estos motivos y dado que es una situación atípica, nos pareció de relevancia explorar en aquellas personas que cotidianamente realizan de manera sistemática alguna práctica tanto de entrenamiento físico como deportiva, si estaban realizando durante el aislamiento algún entrenamiento y como eran sus características, o por el contrario en el caso de no hacerlo, como lo estaban reemplazando.

Dado que el concepto de estados psicológicos es muy amplio y abarcativo, se decidió utilizar dos test que brindarían una aproximación a lo deseados: el State Trait Anxiety Inventory (STAI) y el test Profile of Mood State (POMS).

Por su parte el STAI (Spielberger, Gorsuch, Lushene, Vagg, & Jacobs, 1983) es un cuestionario diseñado para medir dos aspectos de la ansiedad. Por un lado, evalúa la ansiedad de rasgo (AR), alusiva a aquella que es característica de la personalidad del individuo, y por otro, la ansiedad de estado (AE), que fluctúa a través de situaciones y circunstancias. Esta herramienta nos permitió detectar si existían diferencias entre la ansiedad que podrían estar atravesando los sujetos a causa del aislamiento en general y por la dificultad de realizar sus prácticas de entrenamiento en condiciones acordes, como lo hacen habitualmente, y la ansiedad que poseen generalmente como rasgo característico de su personalidad.

Resultados:

La encuesta fue contestada por 345 sujetos que realizaban entrenamiento de manera regular en su vida cotidiana, pero al momento de contestarla, se encontraban transitando el aislamiento más extremo a causa del COVID-19 (las cuatro primeras semanas de la fase 1 de la cuarentena). El 100% brindo su consentimiento sobre la realización de la misma.
La edad de los participantes abarcó una variabilidad que fue desde los 9 a los 68 años. El género predominante con un 54,2% fue el masculino, seguido por el femenino con un 45,2%, mientras que un 0,6% prefirió no decirlo. La nacionalidad de todos los sujetos fue Argentina, a excepción de dos individuos, uno Colombiano y otro de Paraguay. A su vez los países en donde actualmente se encontraban aislados, presentaron mayor diversidad, estos eran: Argentina, Australia, Austria, Canadá, Colombia, España, Italia, México y Paraguay. Mientras que las ciudades donde habitaban, fueron 95 distintas.

En relación al deporte o práctica habitual que realizan cotidianamente, se manifestaron 36 disciplinas distintas demostrando una gran diversidad entre los participantes, las mismas fueron: Canotaje, Squash, Gimnasio, Vóley, Ciclismo, Hockey, Fútbol, Running, Gimnasia artística, Pelota Vasca, Triatlón, Atletismo, Pole Sport, Ejercicio físico adaptado, Powerlifting, Entrenamiento fitness, Remo, Gimnasia, Danza, Rugby, Natación, Artes marciales, Acrobacia en tela, Crossfit, Básquet, Salvamento deportivo, Nado sincronizado, Pilates, Escalada, Boxeo, Vela, Yoga, Stand up, Weigth lifting, Softball y Patín artístico. A su vez el 22,3% practica la actividad como Deporte de Alto Rendimiento, el 33,3% como Deporte Competitivo, el 14,8% lo hacen como Deporte Recreativo, y el 29,6% solo lo hacen como Ejercicio Físico. Cuando se consultó por los años que hacía que realizaban esa práctica se obtuvo un rango de años que fue desde 1 a 50, los mismos se dividieron en intervalos de 5 años para facilitar el manejo de los datos, y los dos intervalos con mayor proporción fueron el de 1 a 5 años con un 31,6% seguido por el de 6 a 10 años con un 27%, por el contrario, el intervalo con menor proporción fue el de 26 a 30 años con un 2,6%. Del mismo modo cuando se consultó las horas que realizaban semanalmente de su práctica habitual se obtuvo un rango que abarco desde 1 a 45, las mismas se dividieron en intervalos de 5 horas, y los dos con mayor proporción fueron el de 6 a 10 horas semanales con un 35,9% seguido por el de 1 a 5 horas semanales con un 35,1%, en las antípodas los intervalos con menor proporción fueron el de 31 a 35 y 41 a 45 horas semanales, ambos con 0,9%.

Cuando se les consultó si el espacio que disponían en sus domicilios, era adecuado para entrenar de alguna manera durante el aislamiento, brindándoles una escala de likert (Nada; Un poco; Moderadamente; Bastante; Mucho) para que respondan, las respuestas que obtuvieron mayores proporciones fueron, Bastante con el 30,4% y Moderado con el 29,6%, mientras que solamente el 3,8% manifestó que era Nada adecuado el espacio para entrenar. Combinando aquellos que consideraban que el espacio que disponía era Mucho y Bastante adecuado para poder entrenar de alguna manera, se obtuvo un 52,3% de las respuestas, mientras que por el otro extremo combinando los que consideraban que su espacio era Muy poco o Nada adecuado, solamente se obtuvo el 16,8%. Luego quisimos saber con cuantas personas convivían, y se obtuvo que 1 y 3 personas demostraban las mayores frecuencias de respuestas. Estos datos anticipan que cuando consultamos si estaban entrenando de alguna manera durante la cuarentena, el 81,1% manifestó que Si, mientras que solo el 11,9% manifestó que No.

A los sujetos que Si estaban entrenando durante el aislamiento les consultamos diferentes detalles en base a lo que estaban realizando, que nos parecieron importantes indagar para luego poder debatir y comprender como era el proceso de entrenamiento que estaban atravesando en estas circunstancias tan atípicas.

Inicialmente intentamos saber cuántas horas entrenaban durante la cuarentena y obtuvimos un rango que tenía como mínimo 1 hora por semana a un máximo de 42 por semana, para poder manejar los datos cómodamente, armamos intervalos de 5 horas y los que obtuvieron mayor frecuencia fueron el de 1 a 5 horas semanales con el 51,6% y el de 6 a 10 horas semanales con el 35,9%, el intervalo que menor proporción obtuvo, fue el de 41 a 45 horas con el 0,3%.

Por otro lado, les consultamos con que profesionales del deporte trabajaban a distancia durante el aislamiento, también con la oportunidad de seleccionar más de uno o en todo caso, ninguno de ellos si así fuese, y obtuvimos que, el 41,2% se contactaban con el entrenador, 28,4% con el preparador físico, 0,5% con el médico, 1,7% con el kinesiólogo, 5% con el psicólogo, 5,2% con el nutricionista, 0,2% con colegas, 6,2% se autogestionaban sus propios entrenamientos, 3,3% utilizaban aplicaciones que la inducia a entrenar y el 8,3 manifestó que con ninguno de ellos.

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