Cuando enseñamos un idioma crecemos con esta actividad, ya que nos permite sumergirnos en una nueva cultura o conocer nuestra propia cultura más a fondo. Así nuestra vida se va transformando y enriqueciendo, lo cual nos da nuevas herramientas para conocernos mejor a nosotros mismos y conocer mejor los diferentes contextos que nos rodean. En esta travesía he descubierto con mis estudiantes en los últimos 15 años que cada interacción positiva puede aportar y abrir nuevas puertas a quienes nos acompañan en el día a día. Desde un simple gesto como una sonrisa o un buenos días por las mañanas, pueden ser significativos, en un mundo que gira en torno a lo virtual y que muchas veces se olvida de estas interacciones reales. Sentir la calidez de una sonrisa en una mañana de otoño gris puede brindar un rayo de sol, que nos ayude a crecer y ver que es posible simplificar nuestras vidas y ser más felices. En un tiempo donde debemos ser responsables con nuestro medioambiente, la idea de ser más conscientes de nuestras acciones es un primer paso a minimizar consumo y realizar acciones por un desarrollo sostenible, que nos ayudara a simplificar nuestro día y a caminar hacia una vida más simple y más feliz.
Algunos tips que pueden ayudar: disfrutar de las pequeñas cosas de cada día el aroma de un muffin o un café por las mañanas junto a un un rayo de sol, estar alerta a esas pequeñas cosas que te hacen feliz. Ser más conscientes de lo que haces cada dia, por ejemplo de tus compras, elegir materiales naturales y que sea una compra significativa que te aporte. Intenta realizar trabajo voluntario, te aportara mucho y te permitirá tener nuevas perspectivas de lo que ocurre en tu comunidad. La invitación a reutilizar, reciclar, reparar y saber decir no a lo que no necesito esta en este camino. Simplificar y disminuir estrés nos brindara mas alegría cada día.