En mi experiencia como profesor particular, he detectado que cuando un estudiante tiene dificultad al abordar una materia en matemáticas, el problema radica en muchos casos en un déficit de conocimientos adquiridos en años anteriores. Por ello las primeras clases que se impartan al alumno son fundamentales, ya que a través de ellas se podrá determinar si tiene ciertos vacíos o conceptos mal entendidos que dificulten el entendimiento de las materias estudiadas.
Por citar un ejemplo, durante el presente año estuve haciendo clases a un estudiante de primero medio, quien no podía desarrollar bien los ejercicios ligados a operatoria algebraica. Tras observar minuciosamente como él desarrollaba los ejercicios, me percate de que no comprendía la operatoria con números enteros. Por lo cual paralelamente a las clases de algebra comencé a enseñarle la operatoria con números enteros, dando como resultado un buen entendimiento en operatoria algebraica. Casos como el anterior se han repetido a lo largo de los años, es por esta razón que realizo una evaluación inicial durante las primeras clases, que me permitan detectar problemas de base y así abordarlos con antelación asegurando un buen entendimiento por parte del alumno.
Considerando todo lo anterior, es importante que los padres y alumnos comprendan la importancia de fortalecer aquellos conocimientos que se necesitan como base, para desarrollar ejercicios de mayor complejidad. Así se garantiza que durante todo su periodo estudiantil, el alumno pueda abordar las matemáticas con mayor facilidad.