La controversia de los deberes ¿Y vosotros que opináis?

La controversia de los deberes

Es un tema cada vez más comentado tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Los famosos deberes que en un principio estaban pensados para que los niños/as consolidasen la materia trabajada en clase, cada vez más se están convirtiendo en un tormento para alumnos/as y sus familiares.

¿A qué se debe este rechazo generalizado hacia los deberes? Pues bien, voy a intentar responder está pregunta basándome en la experiencia que tengo dando clases particulares. En primer lugar considero relevante destacar que los deberes son, bajo mi punto de vista, productivos ya que refuerzan el conocimiento y crean hábitos de trabajo en el hogar. El problema empieza cuando la cantidad aumenta y la calidad disminuye, es decir muchos ejercicios similares donde se trabajan conceptos repetitivos que acaban ocupando una media de dos horas diarias de deberes. Me he encontrado con alumnos/as que llegan a casa con 2 ejercicios de sociales, sumados a 5 ejercicios de matemáticas más 3 de lengua, todo ello unido a un examen de conocimiento del medio y todo PARA EL DIA SIGUIENTE (los números son aleatorios pero bastante representativos de la realidad).

En este punto estaréis pensado cosas cómo; “Que barbaridad”, “No refleja la realidad” (para aquellos padres que llevan a sus hijos a colegios con metodologías innovadoras) o “Bueno el examen lo saben con antelación y deben ir estudiándolo poco a poco” (para los padres que llevan a sus hijos a los colegios “de toda la vida”) y no puedo nada más que estar de acuerdo con ambos, pero ahora os propongo otra pregunta dirigida a los padres/madres e incluso profesores/as de los colegios con metodologías “clásicas” ¿Cuándo se supone que habrán encontrado un hueco para el estudio de ese examen si por norma general los días de la semana se suceden sin grandes cambios en cuanto a deberes? Y como extra pongamos el caso de los niños/as que llevan un ritmo más lento de aprendizaje que los alumnos/as del grupo-aula en una o varias materias ¿Cuándo queda tiempo para reforzar esas materias? Y por supuesto ¿Cuándo se les permite que sigan siendo niños/as?

Además a todo esto creo que es conveniente añadir dos cosas importantes; las actividades extraescolares y la conciliación de la vida laboral y familiar. En muchos casos están relacionadas ya que los padres/madres apuntan a sus hijos a extraescolares para recogerlos cuando ellos salen del trabajo (alrededor de las 6 de la tarde). Pongámonos en situación entonces, el niño/a llega a casa aproximadamente a las 18:00 de la tarde, tardará alrededor de una hora (con suerte) o dos en terminar todas las tareas[1]. Y si tiene algún examen o necesita reforzar alguna asignatura necesitaría otra hora como mínimo, ¿Qué hora sería? Efectivamente las 9 de la noche aproximadamente, ahora entraría en juego el proceso de ducha, cena y a dormir con el consecuente enfado paterno/materno porque no hace caso y se entretiene a jugar con lo primero que ve… cosa que considero de lo más normal si examinamos a fondo el día a día de los más pequeños: entre 6 y 8 horas de clase (incluyendo extraescolares) y entre 1-3 horas de trabajo en casa. ¿Cuándo juegan en familia? ¿Cuando hablan de su día y fomenta la comunicación con los padres? ¿Cuándo tienen un tiempo en el que no se estructuren sus quehaceres?

Consideraba necesario aportar esta reflexión para continuar con el tema de los deberes, analizando los pros y los contras (de la principal fuente de deberes):

PROS

CONTRAS

Los ejercicios (sociales/naturales) son útiles para aprender a resumir y consolidar conocimientos

Si no se le dedica tiempo en clase a este tipo de ejercicios difícilmente aprenderán el mecanismo de los resúmenes (El gran enemigo de los alumnos/as de Primaria)

Los ejercicios de matemáticas sirven para trabajar el cálculo y la comprensión de problemas

El exceso de los mismos provoca agotamiento y por lo tanto ganas de terminar, dejando el procesamiento matemático a un lado e inventando resultados (El objetivo acaba siendo TERMINAR)

Los ejercicios de lengua son útiles para mejorar la comprensión y redacción del lenguaje escrito, así como la bsqueda de información en el tema trabajado y la atención en la ortografía

El exceso de los mismo provoca desgana y frustración, ya que para muchos alumnos/as supone un sobreesfuerzo realizar ejercicios repetitivos copiando todos los enunciados.

Como conclusión supongo que todos estamos de acuerdo en que los niños/as deben ser niños/as, deben aprender pero también jugar y relacionarse con su familia e iguales a diario.

A su vez en el ámbito familiar este proceso se debe tomar con más calma ya que los pequeños están cansados y el adulto deberá cargarse de paciencia y comprensión para superar el día a día entre semana.

Y por último añadir que si hay profes leyendo este blog, se planteen la vida de un niño y su proceso de aprendizaje como un conjunto que va ligado y debe ser compatible, por lo que más deberes de calidad y menos cantidad sería la conjugación perfecta para sacarles la máxima rentabilidad a los famosos deberes.

Con este artículo me gustaría llevaros a la reflexión, partiendo del esfuerzo y el respeto que se merece la labor titánica de padres/madres y profesores/as. Y por supuesto en implementar nuevas técnicas y métodos de aprendizaje ajustados a la nueva sociedad en la que nos movemos, fomentando la investigación de información, la capacidad crítica y dejando un poco de lado ese afán por memorizar todo. Estamos en una época de cambios y debemos adaptarnos a ellos.

Os dejo un maravilloso video que sin duda refleja todo lo comentado en este artículo.

https://www.youtube.com/watch?v=sCsTirDBv7Y



[1] La atención sostenida en Educación Primaria está comprendida entre los 10 y los 20 minutos. Por lo que aproximadamente cada 15 minutos habrá un “parón” en el que el cerebro necesite desconectar de la tarea y por consiguiente volverse a centrarse en la misma.