"La constancia es la madre de todas las ciencias" ...Seguramente habrás escuchado alguna vez ese pequeño, pero muy significativo dicho...sino, ¡pues ahora lo conoces!
Ahora, porqué lo he elegido para este artículo, pues la razón es muy simple: porque es el lema bajo el cual relizo mis clases.
Como explica este dicho, entendemos que la constancia y la perseverancia es lo que nos ayudadrá a obtener nuestras metas. En este caso, si lo que deseamos es que nuestros hijos mejoren en sus estudios y en sus habilidades cognitivas, entonces debemos preocuparnos de que sean constantes. ¿Qué significa esto? Muy simple, de nada sirve que "se quemen las pestañas" el día antes de la prueba y el resto del tiempo se la pasen haciendo cualquier otra cosa (obviamente deben tener espacios de recreación y descanso, pero estos no deben transformarse en lo único que hagan)
Muchas veces me ha pasado, en mi trayectoria haciendo clases, que los padres me llaman uno o dos días antes de la prueba para que ayude a sus hijos a estudiar, por lo general, la materia de toda una unidad o para la prueba semestral...es cierto, les irá "bien", pero su aprendizaje no será significativo, por lo que a los días se les olvidará todo lo estudiado y luego tendrán que estudiarlo otra vez. Con el tiempo he podido observar cómo los resultados mejoran cuando el trabajo es constante, es decir, cuando los niños estudian de manera docificada y constante, cuando en vez de estudiar todo el contenido "de una", se mantienen estudiando y repasando; ya que, de ésta manera, pueden ir afinando con calma las dudas que les van surgiendo.
Lo que yo recomiendo una y mil veces es la constancia. Que los niños se acostumbren a estudiar/repasar todos los días o día por medio, de este modo los aprendizajes se irán incorporando al sistema y luego no tendrán que "meter a la fuerza el semestre completo". No es necesario que al llegar a casa se pongan "de cabeza a estudiar", basta con que dediquen treinta minutos para repasar las asignaturas del día siguiente, ya que, además esto les ayudará a comprender y captar de mejor manera los nuevos contenidos, debido a que los previos estarán "frescos".
Cuando como papás recurrimos, por la razón que sea, a un profesor particular, entonces aplica lo mismo. No busque un profesor para unos días antes de la prueba:
1.-Porque no asegura un aprendizaje real, ni tampoco un buen resultado en la prueba (el día antes se puede repasar, no aprender toda la unidad...aprender y repasar son cosas muy diferentes)
2.-Porque se requiere como mínimo una clase para identificar las carencias de los estudiantes y sus estilos de aprendizajes, por lo que la primera clase funciona como acercamiento e introducción, un diagnóstico.
3.-Porque al llevar un itinerario de estudio (por ejemplo, una vez a la semana) se van generando pequeños logros, que al sumarse, se transforman en un gran avance.
4.-Porque el tener una rutina de estudio ayuda a los niños a desarrollar su autonomía y responsabilidad, dos habilidades súmamente útiles para su vida.
Entonces, si como padres queremos que nuestros hijos realmente aprendan y se desarrollen óptimamente, no los acostumbremos a estudiar un día antes, sino que ayudémoslos a mantenerse aprendiendo, de manera constante, generando hábitos de estudios, ya que éstos, les facilitarán las cosas y los ayudarán a desarrollarse como personas autónomas, responsables y comprometidas con su propio aprendizaje... lo que es crucial para un buen estudiante.