Desde mi experiencia de más de 30 años en organismos operadores de México, presento un marco realista para alcanzar un servicio estable, incluso en escenarios de tandeo normado por escasez.
La meta es lograr un equilibrio precario entre servicio, gasto, presión y cantidad. Esto no se trata de un servicio óptimo, sino de uno manejable y constante, donde la población sepa con certeza cuándo y cuán...
Desde mi experiencia de más de 30 años en organismos operadores de México, presento un marco realista para alcanzar un servicio estable, incluso en escenarios de tandeo normado por escasez.
La meta es lograr un equilibrio precario entre servicio, gasto, presión y cantidad. Esto no se trata de un servicio óptimo, sino de uno manejable y constante, donde la población sepa con certeza cuándo y cuánta agua recibirá.
Indicadores Clave Implementados:
Eficiencia Física (< 35% de Pérdidas): Enfocar esfuerzos en la sectorización de redes y la detección y reparación agresiva de macrofugas en tuberías primarias. No es posible eliminar todas, pero controlar las críticas reduce drásticamente el volumen no contabilizado y permite redistribuir agua.
Eficiencia Comercial (> 75% de Recaudación): La micromedición (medidores) es fundamental, pero debe ir acompañada de una tarifa realista, aunque sea baja, que cubra al menos los costos de operación y energía. Un organismo que no recauda, colapsa.
Continuidad del Servicio (Horas/Semana Predecibles): Establecer programas de tandeo estrictos, por zonas y horarios definidos, respetados rigurosamente. La estabilidad, aunque sea de pocas horas, es preferible a la incertidumbre de un servicio intermitente y aleatorio.
Presión en Red (> 5 m.c.a. en puntos críticos): Ajustar la operación de bombas y válvulas para garantizar una presión mínima durante las horas de suministro, asegurando que el agua llegue a los tanques y a la planta baja de los hogares.
La conclusión es amarga pero clara: en un contexto de escasez, la "eficiencia" se redefine como la capacidad de gestionar la carencia de forma ordenada, transparente y financieramente sostenible, evitando el colapso total del sistema.
¿Y tú, qué papel quieres jugar en esta realidad?
Esta no es solo una asignatura, es el campo de batalla donde se define el futuro de millones de mexicanos. En las pequeñas y medianas ciudades está el desafío más grande: sistemas en crisis, pero con la escala perfecta para implementar soluciones reales y ver el impacto. Tu ingeniería no será sobre planos ideales, sino sobre tuberías rotas, presupuestos limitados y comunidades que exigen respuestas. ¿Tienes la creatividad para financiar un proyecto con lo mínimo? ¿La valentía para negociar con una comunidad en conflicto? ¿La inteligencia para tecnificar un sistema obsoleto? El futuro del agua no se escribirá en las grandes capitales, sino aquí, en el corazón de México. ¿Estás listo para ser parte de la solución?
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