Valeria Moya

Desde que me licencie en Teatro y saqué mi título de intérprete y pedagoga teatral en la universidad Academia de Humanismo Cristiano, inicio una búsqueda para profundizar en el trabajo vocal y físico del actor en escena, a través de talleres de butoh, seminarios de danza contemporánea en Santiago y Valparaíso y un pos título de técnica vocal para actores tomado en la Universidad de Chile. Estas experiencias me han llevado a la investigación y reencuentro de las raíces del teatro; el juego, la forma lúdica de contar una historia y hacer partícipe al público de lo que se está proponiendo y viviendo en escena que invita a conmover al espectador. Ha sido mi visión para abordar el trabajo actoral. Hace seis años que pertenezco a la Compañía TeatroPAN y que me han guiado, ayudado y dirigido hacia un teatro de continua investigación, reflexión y discusión para llevar a escena temáticas que no apelan hacia el realismo ni la literalidad cotidiana, sino al reencuentro de un lenguaje escénico que se alimenta de la tradición de 3.000 años del oficio ; la Commedia dell´Arte, los ritos, visiones simbólicas, y de la tradición oriental, que abarcan una puesta en escena global en que el actor es un creador, un investigador que posee una visión hacia el mundo y que interviene en la materialización de la obra, llevando al espectador hacia una experiencia artística que lo conmueva y lo transporte a otros tiempos y espacios, que se oriente a generar un espacio de belleza, cobijo, de utopías compartidas y de encuentro dentro de nuestros montajes. Por lo tanto, mi vinculación con el teatro se define desde el trabajo de compañía en los cuales he podido llevarlo a cabo en festivales como Famfest de Matucana 100, festival Encuentros, Mes del teatro de la Corporación Cultural Aldea del encuentro, temporada en en centro Cultural GAM y Anfiteatro Bellas Artes y dentro del Festival Santiago a Mil. Junto a la compañía, he seguido este trabajo de investigación, teniendo referentes como el trabajo de la maestra Arianne Mouschkine en el Teatro del Sol, en lo que significa ser un colectivo teatral permanente en el tiempo y que se nutre de todos sus participantes.