Alejandra Castro

Soy una convencida de que la educación debe ser una interacción de respeto y escucha, espacios de aprendizaje donde todos a partir del análisis e historias puedan construir, analizar y reflexionar. La ética no esta pasada de moda, es necesaria para formar seres humanos sensibles, con deseo de mejorar y tolerancia a la frustración, capaces de asumir retos con autonomía y honestidad, valores que nunca dejarán de ser importantes en cualquier profesión, en cualquier ocupación y por supuesto al interior de la familia.
Es importante que cada alumno sea visto de manera particular, todos tenemos unos antecedentes familiares que marcan la adquisición de conocimientos y de alguna manera nos guían en la solución de problemas, por eso en el aula un buen docente capta las diferentes habilidades, para potenciar, completar y canalizar, un gran aporte de Howard Gardner para quienes somos pedagogos y vemos en los alumnos valiosos seres humanos.
He tenido la oportunidad en mi experiencia laboral de trabajar al inicio con edad preescolar, allí descubrí la importancia de la alegría y la capacidad de asombro, luego conocí los adolescentes y pude trabajar de la mano de sus familias, para entender que los padres como primeros educadores, tenemos un gran compromiso social y que no podemos abandonarlos en una etapa tan importante y gracias a Dios pasajera!.
Finalmente combiné todo esto con la dirección de grupos de futuros universitarios y esto me ha permitido conocer esas expectativas, sueños y temores que todo joven tiene para comenzar su proyecto de vida, la importancia de un apoyo profesional y de un acompañamiento en valores y virtudes que fortalezcan el desarrollo emocional.