Hace aproximadamente dos semanas se viralizó una imagen con el listado de tareas que un profesor había enviado a sus alumnos para hacer durante las vacaciones de verano (el caso es de España), las cuales eran 45 propuestas donde se esperaba que el o la estudiante cumpliesen por lo menos la mitad. Lo distinto de estas tareas eran que no estaban directamente relacionadas con los típicos deberes académicos, sino más bien la realización de distintas actividades que bien podrían considerarse satisfactorias, que ayuden a disfrutar el día a día, desarrollar autoconocimiento, o bien explorar y nuevas cosas de manera sencilla.
Este caso lo podemos ver a modo de ejemplo de un profesor que se preocupa realmente por sus estudiantes, su bienestar y su desarrollo como persona. Enfatizo esta última parte, ya que existen muchos casos donde el profesor se olvida que está trabajando con personas, está ayudando diariamente a formar futuros adultos