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El ingreso a la escuela, un pasaje de angustia y temor o de conocimiento

Cuando los niños transitan a la sala de 5 años, y tanto ellos como su familia ya han pasado por los miedos primarios: el despegue, la socializacion, el fin del egocentrismo, etc, aparece el gran enigma del inicio de la educación primaria en la escuela.

Automáticamente, los padres se preocupan por ver cual es la institución que satisfaga sus expectativas en esta nueva etapa, por este motivo, es importante que tengan en cuenta otros factores que complementaran el bienestar deseado o por el contrario entorpecerán el ingreso al primer ciclo escolar, y por ende, perturbaran la adquisición de la lectoescritura y el calculo.

Detectando estas dificultades a tiempo pueden prevenirse futuros trastornos mayores, de esta manera se podrá tener plena seguridad en la elección de una institución, por ejemplo de doble escolaridad, bilingue, turno mañana o turno tarde, etc.

Estos factores son:

1. Dificultades en la vista

Cualquier anormalidad visual no tratada puede alterar la escolaridad en los primeros años, perturbando la adquision de la lectoescritura, el uso del cuaderno, etc.

2. Dificultades en la audición

Las anomalías auditivas alteran la conducta y el aprendizaje del niño, a veces afectando también la integración grupal.

3. Alteraciones del habla

El niño que no habla bien, no se expresa bien y puede no escribir bien, desestabilizando el lenguaje oral y escrito.

4. Inmadurez

Los niños que llegan inmaduros al primer ciclo escolar son los que presentan luego dificultades en el aprendizaje, en la actividad gráfica de la escritura y en la adquision tardía de los contenidos esperados para un ciclo.

5. Trastornos intelectuales

Pueden darse en cuanto a las funciones intelectuales: atención, concentración, percepción, comprensión, razonamiento, coordinación viso motora, organización y planificación o puede tratarse de dificultades en las capacidades cognitivas.

Conocer desde esta óptica el perfil del niño puede generar angustia, pero luego, iluminara el camino adecuado para resolver el problema y elegir correctamente la escuela o institución educativa. El darse cuenta a tiempo de alguna dificultad no debe ser motivo de aflicción, porque el tiempo de maduración y progreso siempre llega.

Es por esto, la Educación es un período que puede permitir sentar unas bases, gracias a la ayuda de la familia y el centro escolar, que permitan al niño desarrollar su personalidad desde el equilibrio emocional y los valores, empezando a ser consciente de que al mismo tiempo que la realidad influye en uno mismo, también uno puede influir en ella para mejorarla.