Comencé hace 5 años por indicación médica luego de un asalto traumático. Era afinada y habia dejado de cantar hace muchos años. En la evaluación del coro del colegio, yo era contralto. Carla me indicó, solamente hablando, que era soprano. Así, una hora a la semana, empezó la música a entrar en mi vida. Me integré al coro de ex- alumnos de la Pontificia Universidad Católica, participé en conciertos públicos, y privados con Carla, quien me estimuló ha hacerlo , incluso enviandome mensajes de voz con breves extractos de partituras que me eran complicados- puesto que no leo música. Hoy puedo cantar un amplio repertorio. Tengo nuevas amistades y actividades. Es un enorme privilegio tener esta plataforma de dar fe, de la extraordinaria calidad humana y profesional de mi profesora de música. Hoy, a través de ella, he recuperado la seguridad en mí misma. Descubrí que mi hobby es ser abogada y que mi plena realización profesional se encuentra sobre un escenario.
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